RECORRIDO TRASPENINSULAR

 BAJA 1600 EN MTB

 

 

Text in English

 

 

“Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar si nuestros sueños no se pudieran hacer realidad”

 

Todo empezó un jueves en las instalaciones del el Club de Exploraciones de México, Sección Toluca, cuando un grupo de amigos decidimos recorrer la península de Baja California y Baja California Sur en bicicleta de montaña.

 

La idea de realizar este recorrido no me sorprendió, después de haber recorrido del Nevado de Toluca al Océano Pacifico y en otra ocasión del Pico de Orizaba al Puerto de Veracruz  ya se esperaba alguna propuesta más difícil.

 

En un principio la fecha del recorrido se propuso rápidamente, yo verifiqué la agenda y me di cuenta que por motivos personales y laborales no podría asistir a esta aventura. Sin pensarlo mucho les comenté a mis compañeros que no iría con ellos, pero que existía la posibilidad de acompañarlos si se cambiaba la fecha, a lo cual ellos accedieron y sin más ni más ya estaba en el equipo de ciclistas que trataríamos de  hacer este recorrido.

 

Cuando el equipo quedó completo con 4 ciclistas y un staff de apoyo, iniciamos reuniones semanales para organizar la expedición. Compré en el INEGI las cartas topográficas digitales 1 a 250,000 y los mapas de 1 a 1,000,000 de la zona norte de México y empezamos a ver por donde haríamos el recorrido. Después de 2 reuniones de muchas horas la ruta estaba marcada; empezaríamos de sur a norte, desde la Paz hasta llegar a Ensenada principalmente por terracerías, brechas y veredas evitando en la medida de lo posible rodar por carretera. 

 

También checamos el costo de la expedición, equipo adicional, cuál sería el vehículo todo terreno que nos acompañaría en el viaje y las actividades del Staff:

 

llevar una bitácora del recorrido: hora, fecha, kilometraje acumulado, lugar; llevar una bitácora de los gastos; Ir revisando la ruta en las cartas topográficas de acuerdo a lo programado; mantener constante contacto visual y por radio; Informar por radio a los ciclistas sobre el poblado próximo, kilómetros a recorrer, desnivel, la temperatura, tiempo recorrido y por recorrer; conducir la camioneta con precaución sin poner en peligro el objetivo de la expedición; estar pendiente del buen funcionamiento del vehículo, que siempre se cuente con combustible suficiente para llegar al próximo poblado, tomar fotos y video.

 

Todo sonaba muy difícil, los kilómetros de recorrido diario eran muchos (290 aproximadamente) y la mayoría de la gente entre conocidos y amigos pensaban que no lo lograríamos e incluso algunos del equipo teníamos nuestras dudas si esto era posible.

 

Posteriormente a cada integrante se le asignó un cargo, quedando de la siguiente manera:

 

Ing. Jorge Hermosillo, Jefe de Expedición (más de 40 expediciones al extranjero)

Dra. Patricia Arizmedi, Médico

Víktor Díaz, Navegante de Ruta

Roberto Aguilar, Mecánico de Bicicletas

Armando García, Experto en logística.

 

Más adelante con la presión que todo esto implica, la ruta era mi preocupación, por ningún motivo nos podíamos extraviar y esa responsabilidad era precisamente la mía, motivo por el cual le pedí a un buen amigo Alberto Nájera de Bicimapas que me ayudara a marcar unos puntos de referencia en el GPS utilizando un software para este fin. Él accedió de muy buena voluntad para apoyar esta causa y además de enseñarme el buen manejo de GPS también me prestó el cable para conectarlo al vehículo y ahorrar en pilas, ya que estos aparatos consumen mucha energía.

 

Otros amigos nos ayudaron a contactar a empresas para buscar patrocinio pero éstas no respondieron a nuestra petición. Por otra parte el Gobierno de Estado de México sí accedió  y representó el principal patrocinador para esta Expedición. También la tienda de Ciclismo “Friendss México” nos ayudo con equipo y refacciones para la bicicleta. A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento por el gran apoyo para la realización de esta aventura.

 

Día uno.

Jueves 24 de julio de 2003 7:40 pm.

Con nervios y alegría ordenábamos el equipaje que parecía no caber en la camioneta (3 bidones de gasolina, hielera, dos llantas de refacción para la camioneta y otras dos para las bicicletas, 2 maletas de equipaje de cada integrante, comida, herramienta, refacciones y claro 4 bicicletas en perfecto estado mecánico para el recorrido).

 

Cuando salimos de la casa de Paty, apenas habían trascurrido unos minutos y en los puentes del Paseo Tollocan escuchamos un ruido raro en la camioneta que al parecer hacían las bandas del motor  a tan solo  4 kilómetros de haber iniciado el viaje de salida de Toluca. Asustados y preocupados regresamos a que el mecánico revisara el origen de estos ruidos, afortunadamente la camioneta estaba lista para este recorrido y casi una hora más tarde de lo previsto salimos con destino a Mazatlán.

 

Día dos.

Viernes 25 4:30 am.

Después de manejar toda la noche y con unas ganas tremendas de continuar el recorrido con rumbo a La Paz, el cansancio era lo de menos. Desayunamos, dormimos un poco en Mazatlán para esperar a que el Ferry zarpara del embarcadero alrededor  de las 3:00pm, nos esperaban 18 largas horas de viaje por el mar.

 

En lo pasivo del viaje no nos quedaba otra mas que concentrarnos en lo que haríamos al día siguiente, un momento de relax fue observar las aves que acompañaban al enorme barco y que con gran destreza y agilidad volaban a nivel del mar, se elevaban algunos metros y se clavaban en el agua salada para pescar su alimento.  

 

Día tres.

Sábado 26 8:00am

Llegamos a un embarcadero de nombre Pichilingue, como a 20 minutos en carro de la paz. Después de hacer todos los trámites aduanales nos dirigimos a La Paz por una bella carretera que bordeaba el Mar de Cortés.

 

Ya en La Paz nos abastecimos de lo necesario (gasolina, hielos, bebidas hidratantes y garrafones de agua), afuera de un centro comercial en una sombrita preparamos nuestras cosas para iniciar el tan ansiado recorrido....

Como a las 12:00 pm. Iniciamos pedaleando los cuatro, bajo un calor infernal, rodamos por asfalto unos 45 kilómetros, pasamos por el “Centenario“, “Chametla“ y “La Virgen“ para desviarnos por una terracería que conforme avanzábamos empeoraba su  estado. Fue entonces cuando pensé que habíamos subestimado el terreno, conforme avanzábamos y nos acercábamos al Océano Pacifico los arenales hacían imposible nuestro pedalear, decidiendo que ya era el momento de que rodaran únicamente 2 personas. Después de algunos kilómetros de pedalear y  caminar por los tremendos arenales nos enteramos que ese era parte del recorrido de la “Baja 1000” que se hace anualmente en vehículos todo terreno por toda la península. Al llegar a un lugar que marcaba el mapa como “El Conejo” esperábamos ver algo de civilización, pero no, era únicamente una pequeña casa y unos 5 trailers park de unos norteamericanos, fue ahí donde decidimos hacer un escape de la ruta y acercarnos a la carretera para no continuar por los arenales.

 

 Ya en la carretera pedaleamos  Roberto y yo a un buen paso, la noche cayó y justo en el kilómetro 100 encontramos una pequeña tienda donde nos dieron de cenar tacos de machaca (lo único que había), continuamos nuestro recorrido y lo pesado de la comida y el esfuerzo de pedalear al ritmo de Roberto provocaron que empezara a vomitar parte de la comida, pero como no me quería detener continué hasta el cruce del kilómetro 128.

 

Este cruce era apenas el inicio de lo que representaría gran parte del recorrido en lo que se refiere a desviaciones. Comento esto porque no había salida oficial que indicara el próximo poblado, además se trataba de una terracería que parecía que era de un rancho. Gracias al punto marcado con el GPS no dudamos en tomarlo.

 

Día cuatro.

Domingo 27  00:00am

 

Como a media noche inició el turno de Jorge y de Paty. Llegamos rápidamente a “La “Fortuna del Bajío“ y “Las Tinajitas“. Conforme avanzábamos las brechas se multiplicaban y eso se convirtió en un laberinto. El GPS nos ayudó a seguir el rumbo correcto. Armando pensó que dábamos vueltas en círculos; más adelante llegamos a “San Luis Gorzaga“, “El Fríjol“, “El Ranchito“ y “El Cholero“. Para entonces Roberto pedaleaba con Paty y decidimos que descansara ella y así continuara Roberto conmigo. En este trayecto me acuerdo muy bien de dos cosas: las marcas fosforescentes de la carrera “La  Baja 1000” y también de que ya entrada la madrugada a muy buena velocidad en terracería Roberto paso por una cama de arena y su llanta delantera se sume, con destreza evita la caída pero hace un alto total inesperado yo venía muy pegado a él y también maniobre rápidamente para no chocar con é; era obvio que la decisión que habíamos tomado de pedalear toda la noche sin dormir, los arenales, la terracería, la carretera y la oscuridad estaban cobrando su cuota de desgaste físico, el sueño y el cansancio ya se estaban reflejando en cada uno de nosotros.

Como a las 5:00am en El Quemado Jorge suplió a Roberto, y ambos nos amanecimos rodando por arenales muy técnicos y pasamos por un basurero. Fue entonces donde íbamos alegremente platicando y disfrutando del amanecer observando un caserío donde tenían avestruces y de repente sin ton ni son una enorme víbora de color negro se encontraba entre los dos. El susto fue mayúsculo sobretodo para mi porque su cabeza quedo dirigiéndose hacia el lado donde venía yo, lo que hicimos fue separarnos un poco para no atropellarla y pedalear muy duro. Nuestros compañeros de la camioneta se morían de risa al ver la escena y se bajaron a video filmar a la víbora que al parecer, estaba más asustada que nosotros.

 

Como a las 9:30 AM llegamos a “Ciudad Constitución“ desayunamos una deliciosa birria de la cual Paty se perdió por que no quería comer; compramos hielo y continuamos el camino por carretera. El astro rey golpeaba con coraje el desierto la temperatura superaba fácilmente los 42 grados centígrados. Así llegamos a “Ciudad Insurgentes”, “Villa Ignacio Zaragoza”. Es importante destacar que antes de “Ciudad Constitución” no continuamos por la ruta trazada, las terracerías con arenales y con lavaderos ondulados eran muy desgastantes, además los lugareños nos advirtieron que en esos días había llovido mucho y el camino estaba en muy mal estado, motivo por el cual continuamos por la carretera numero 53 durante varias horas, siempre ascendiendo. Llevábamos aproximadamente unos 350 kilómetros recorridos cuando nos desviamos en una terracería hacia “Cadeje”.

 

Antes de pasar por un retén de soldados que se encontraba en la nada,  decidimos que los relevos deberían de ser de un ciclista. Yo fui el que inicio esa etapa con subidas de terracería muy desgastante. Una vez más los arenales y los lavaderos que hacen las camionetas que circulan a alta velocidad fueron los enemigos a vencer. Ya cerca del Océano Pacífico le tocó el turno a Roberto, quien ya de noche llegó a un lugar a la orilla del mar de nombre “San Juan” y más tarde a “Cadeje” que era el objetivo del día. Ahí comimos algo de provisiones lo que llevábamos y pusimos el campamento para descansar unas 4 horas.

 

 

“El sudor para regar la historia y el dolor para labrar la vida”

 

Día cinco.

Lunes 28  

A las 5:30am nos alistamos para continuar con nuestra ruta, desayunamos y quitamos el campamento. Jorge se adelantó en la bici y posteriormente nosotros iniciamos y ya con luz cargamos gasolina en un lugar de nombre “Ballena”. Nos esperaba un recorrido de 300 kilómetros para ese día y un desierto inhóspito; pasaron varias horas para que volviéramos a ver algo de civilización. Ahí fue cuando llegamos a una casa en la nada que se llama “40 Martiles” lugar que no aparece ni en mapas ni en cartas topográficas. 

 

Continuamos por un solitario desierto observando paisajes majestuosos propios de posters y  calendarios, los valles eran increíbles terminábamos uno y continuaba otro y así sucesivamente. Por mi mente pasaban muchas ideas, nunca me imagine estar practicando el deporte que más me gusta en compañía de mis amigos en un paradisíaco lugar, lejos, muy lejos de nuestros hogares.

 

Después de pedalear muchas horas en relevos de una persona, empezó a ser notorio el privilegio del ciclista que sube a la camioneta y del que baja, “éramos tratados como reyes”, al ciclista que subía se le recibía la bicicleta, se le proporcionaba alguna bebida refrescante de su elección y/o comida. Por otra parte el ciclista que bajaba se le proporcionaba todo lo necesario para su recorrido: gorra o casco, agua, bloqueador, su  bicicleta y un radio de 2 vías.

 

Fue así como llegamos “Al Álamo” y poco más adelante a “San Zacarías”. Entonces  empezamos a ver algo de civilización, se trataba de camionetas de Gringos que viajan desde su país a México para disfrutar de nuestras bellas playas, casi todos van a “surfear” en las azules aguas del Océano Pacífico. Nosotros continuamos nuestro recorrido para así llegar a “San Ignacio”, yo le cambiaría el nombre y le pondría “Oasis San  Ignacio”. Después de varios días de ver paisajes áridos y desérticos, llegar a un lugar verde con una presa era como un sueño. Ahí nadamos un poco para refrescarnos y posteriormente comimos muy rico en un restaurante hasta saciar nuestro apetito.

 

Continuamos nuestro recorrido por carretera. Jorge se adelantó en solitario mientras nosotros comprábamos hielo y bebidas. Cuando alcanzamos a Jorge el ya había avanzado unos 20 kilómetros en contra de un viento fuertísimo y al preguntarle por el radio que si se le ofrecía algo pidió que la camioneta fuera adelante para cortar el viento. En ese momento se encapsuló en el vació que se forma atrás de la camioneta y avanzó a una extraordinaria velocidad, casi 50 km/h, hasta el “Vizcaíno”. El gusto le duró poco. La noche llegó de nuevo y continuó Paty durante un buen rato; ya casi para llegar a “Francisco J. Mójica” continué yo sin saber lo que me esperaba.

 

“La contrariedad no es una piedra en tu camino. Depende de ti transformarla en un escalón que te permita subir mas arriba”

 

Día seis.

Martes 29  00:00am

 

Después de avanzar unos kilómetros con mucho ánimo y ya en la terracería, la noche era espléndida. Hacía aire que refrescaba y me hacía acordarme de mi Toluca, las estrellas brillaban intensamente, era un regalo de Dios poder estar ahí en ese momento disfrutando del lugar. Fue en este trayecto en que las ondulaciones y arenales me exigieron demasiado. Avancé por varios minutos parado en los pedales de la bicicleta, por ningún motivo quería ir sentado pues el golpeteo era demasiado y era preferible ir por los lavaderos que por los arenales.

 

Las liebres que durante todo el recorrido de terracerías nos acompañaban se dejaron ver en repetidas ocasiones hasta que de pronto a lo lejos vi un raro  animalito, lo alumbré y el se confundió de tal manera que salió disparado a toda velocidad en dirección de mi lámpara. Cuando lo tenia como a unos 3 metros de distancia preferí hacer un ruido para espantarlo; se trataba de una pequeña zorra, que al escuchar el ruido que emití se asustó y se fue en otra dirección. Después de 20 kilómetros en un botadero tremendo continuó Roberto otro tramo igual hasta llegar al “Arco” por ahí de las 3:00am.  Fue emocionante ver un poblado con luz y con un parquecito que pintaba bonito. Fue ingenuo de mi parte pensar que encontraríamos un hotel, cuando de repente sin decir agua va, toda la luz del pequeño poblado se apagó repentinamente para no regresar, entonces decidimos poner la tienda de campaña y descansar unas tres horas.

 

Cuando amaneció y nos levantamos nos dimos cuenta que estábamos durmiendo a la orilla de un campo militar. Preparamos algo de desayunar, levantamos el campamento y continuamos nuestro recorrido. Era increíble ya habíamos recorrido “Baja California Sur”, el recorrido acumulado era de aproximadamente 750 km. Nos dirigimos hacia “Pozo Alemán”, cuando llego mi turno de pedalear. Me adelanté un poco mientras el equipo descargaba un bidón de gasolina en el tanque de la camioneta. Repentinamente apareció una camioneta 4x4 a toda velocidad, calculo unos 130 km/h y al verme ni se inmutó, mi preocupación eran mis amigos que estaban en la dirección de la alocada camioneta que según me platican al verlos disminuyo un poco la velocidad y continuo alegremente su camino. Seguramente se  trataba de uno de los competidores de la Baja 1000 que entrenaba en la ruta del desierto. En varias ocasiones en el recorrido encontramos carros abandonados, totalmente desvalijados. Cuando un vehículo de la competencia se voltea en ocasiones en más barato abandonarlo que pagar una grúa que lo saque de ahí. También pudimos encontrar algunas cruces cuyos nombres seguramente fueron puestos en honor a algún intrépido chofer que perdió la vida en esta atrevida competencia de autos. Mas adelante encontré una bonita bajada, se trataba de un descenso algo técnico con superficie de arena y piedra, la emoción no se hizo esperar y me descolgué para disfrutar del momento, pero después de unos cuantos minutos reflexioné que se si me caía y me pasaba algo no podría continuar esta aventura sin igual y mejor disminuí la velocidad.

 

Después de pasar por un desierto con cactus enormes y por un retén de soldados, Roberto fue acariciado por el agua de un tremendo aguacero. Qué paradójico es el desierto en poco tiempo se nubló y se soltó un diluvio que duró por espacio de 2 horas y provocó caudales de ríos por todos lados.

 

Después de encontrarnos a una altura de 800 msnm iniciamos con un descenso hasta alcanzar un punto marcado en el GPS llamado “San Rafael” a la orilla del mar de Cortés, continuamos por “Las Flores”, “El Porvenir” y ya entrada la tarde a “Bahía de los Ángeles” que era un paradisíaco lugar a la orilla del mar en donde los gringos viven y gozan de lo lindo. Ahí comimos y nos hospedamos en un hotel donde nos bañamos y descansamos unas 4 horas.

 

Día siete.

Miércoles 30  00:00am

Hasta el momento llevábamos recorridos casi 1000 kilómetros y todavía faltaba un largo camino por recorrer. El optimismo y humor del grupo era bastante bueno por lo logrado hasta el momento y con entusiasmo continuamos nuestro recorrido.

 

“Si la noche es tan oscura que no llegas a divisar tus propias manos, puedes estar seguro de que el alba esta muy cerca”

 

En la madrugada de este día, yo salí en solitario por carretera, disfruté de un bello amanecer y poco a poco las estrellas se empezaban a apagar porque el sol iniciaba su salida en el horizonte del mar, y a lo lejos ese bonito lugar donde pernoctamos y que me deja un buen recuerdo para algún día regresar.

 

Como a los 55 kilómetros, la camioneta me alcanzó, mis amigos ya habían comprado víveres para ese día, yo tenia ganas de continuar pero la voz de Jorge como jefe de expedición y de Paty como doctora de la misma decían que ya era suficiente por el momento y le toco a Roberto continuar por espacio de  otros 55 kilómetros.

 

Cuando entramos a la brecha nos tocó ver desde la camioneta una zorra que atravesaba sin preocupación alguna. Nos detuvimos a ver cómo continuaba su camino, el color del pelo hacían difícil verla ya  a lo lejos. Es increíble como los animales se adaptan a las condiciones del lugar donde viven y transforman su pelaje en un perfecto camuflaje.

 

Más adelante llegamos a “Los Cocos” Jorge ya había pedaleado por terracería bastante aceptable (según él) cerca de 30 kilómetros. En este lugar había una rara casa de un Gringo que vivía en la nada y casi en completa soledad, tenía un problema en uno de sus pies, que según dedujimos era por un accidente de moto. El nos hizo registrar en un libro (a donde vamos, cuantos éramos y a que íbamos) realmente no teníamos la obligación de informar nada ni de registrarnos pero como dicen a donde fueres haced lo que vieres, lo hicimos de muy buena voluntad y continuamos nuestro recorrido. Por un bello desierto, esta vez lleno de piedras con formaciones caprichosas que ayudados con la mano del hombre formaban figuras de animales, increíble encontrar esto en pleno desierto y que alguien se tome el tiempo de hacerlo.

 

Poco más adelante nos encontramos con una camioneta atascada y que recibía ayuda de un vehículo del ejército para ser sacada de los arenales, nosotros pasamos sin ningún problema en la camioneta con doble tracción.

 

Posteriormente llegamos al mar. Pasaba ya de medio día y  el calor era asfixiante. Cuando me tocó bajarme de la camioneta nunca me imaginé la que me esperaba, ese día fue el que más calor hizo, el sol calentaba todo lo que su luz tocaba de tal manera  que la temperatura era de aproximadamente 45 grados centígrados. Lo que me ayudó a medio sobrevivir era la brisa que llegaba del mar y me refrescaba, pero cuando ésta se calmaba inmediatamente sentía como mi cuerpo ardía y por experiencias anteriores sabia que estaba cerca de un golpe de calor, situación que controlaba con el viento y con un poco de agua que refrescaba mi cuerpo. Cuando me di cuenta que el vital liquido se me había acabado busqué a la camioneta y ésta ni sus luces. Si me detenía el calor se haría dueño de mi cuerpo en tan solo unos segundos motivo por el cual lo más prudente era continuar a velocidad moderada, ni muy rápido ni muy lento procurando estabilizarme hasta que encontrara una sombra o que me alcanzara la camioneta. Cuando esta me alcanzó yo había encontrado un oasis, se trataba de una sombra, que sin exagerar tenía como 30 kilómetros que no había. Me sentí afortunado de estar ahí y así estabilicé mi cuerpo. Además mis compañeros me proporcionaron líquidos que tome poco a poco para no provocar un choque de temperaturas en mi cuerpo.

 

Pasado mi vía crucis Roberto continuó y le pasó algo parecido. Y también encontró una sombra pero mejor porque tenía donde sentarse y una mesa. No dejamos pasar la oportunidad  y compartimos el pan y la sal a la orilla del mar disfrutando una vez más de otro paisaje sin igual. Nos acompañaban las aguas azules del Mar de Cortés y del otro lado un solitario paisaje desértico que embrujaba y hechizaba con solo mirarlo.

 

Cuando continuamos el recorrido el sol había disminuido un poco pero era suficiente para cocer a cualquiera. Ya habíamos pasado “Alfonsina” y la islas de “San Luis” ya en la isla de Lobos” . Jorge fue el valiente ciclista que rodó por espacio de 3 horas pasando por “El huerfanito” y “La Costilla”, ya a punto de anochecer en “Puertecitos”. Cuando los mapas indicaban que la terracería terminaba y empezaba el pavimento, Paty sustituyó a Jorge y continuó el recorrido pasando por “San Juan” y una infinidad de cruces. Unos 40 kilómetros, para sorpresa nuestra sí era pavimento pero en pésimo estado.

 

Cuando Paty dijo hasta aquí, ya estábamos cerca del objetivo del día y en “La esmeralda” Roberto continúo  hasta llegar a “San Felipe”, una ciudad grande y con todos los servicios. Ahí ya pasada la media noche cargamos gasolina y comimos algo.

 

“Los que disfrutan su masoquismo en la vida poseen la potencia de saber crear y que desde ese dolor se consiguen fuerzas para desarrollar y alcanzar nuevos horizontes que se consideran imposibles”

 

Día ocho.

Jueves 31  00:00am

 

Cuando terminamos de comer continuamos con el recorrido. El objetivo del día ya se había alcanzado, el agotamiento era mucho y la mayoría queríamos descansar algunas horas, pero el Jefe de la Expedición dijo no, continuemos un poco para ganarle algunas horas al día siguiente. Cuando salimos de la cuidad nos internamos por una terracería en donde a los pocos metros iniciaba un basurero. Pensamos que cuando el basurero terminara podríamos acampar, fue un momento crucial, por espacio de hora y media de tercería el basurero continuaba y una vez más los arenales hacían imposible rodar en la bici. Roberto batalló todo este tiempo más caminando que montado en la bici; el calor era bastante y el olor desagradable del basurero hacían que la comida que habíamos ingerido provocara unas nauseas espantosas.

 

Jorge se dio cuenta que ese basurero y arenales no tenían para cuando terminar y entonces decidió que una vez más modificaríamos el recorrido haciéndolo por carretera para lo cual regresamos a la orilla de “San Felipe” y acampamos a la orilla de la carretera. Fue muy difícil para mí poder dormir, el calor era demasiado pero el cansancio fue mayor y logre conciliar el sueño por espacio de aproximadamente 2 horas.

 

A las 6:00 am desarmamos el campamento y continuamos rumbo a Ensenada por carretera. La idea no era del todo agradable pero necesaria al no contar con tiempo suficiente para intentar hacerlo por terracería y arenales.

 

Una vez más yo iniciaba el recorrido del día,. Pedaleé 60 kilómetros y un desnivel de 400msnm, hasta donde mi rodilla dijo ya. Me sentía impotente al sentirme fuerte pero una vieja lesión me impedía continuar. 

 

Jorge continuo pero con más calor, igual Paty unos 30 kilómetros, y más adelante Roberto quién recorrió como 70 kilómetros, acompañado de  nubes y de alguna llovizna que lo refrescaron. El maleficio que persiguió siempre a Paty era muy obvio. Ella siempre batallando con el sol y Roberto gozando de la sombra y de la lluvia.

 

Cuando faltaban poco mas de 30 kilómetros todos nos bajamos a pedalear para llegar juntos a “Ensenada”. Para mi gusto esta fue la parte más extrema de todo el recorrido, el tráfico era peligroso, los vehículos, camionetas y trailers pasaban muy cerca de nosotros. Pero eso no nos detuvo y como a las 4:00 de la tarde el objetivo estaba alcanzado: nos encontrábamos junto al mar en Ensenada festejando no muy efusivamente, nos abrazamos, nos tomamos fotos y video, no lo podíamos creer, estábamos en el punto final de la expedición.

 

Cuando todavía no digeríamos lo que pasaba, buscamos un buen restaurante y comimos como reyes, sucios y cansados pero contentos, devoramos todos los platillos, mientras comentábamos lo sucedido.

 

El desierto, las liebres, los cactus, la arena, el Mar de Cortés y Océano Pacifico eran testigos de la  odisea que pasamos por el simple hecho de ser felices y de vivir la vida con libertad sin importar lo que la gente diga o piense de nosotros. Una vez más me acordaba de algo que mi hermano mayor me enseñó:

 

“Si tu vida no es del todo buena, cambia de vida nunca vivas una vida triste ni mediocre”

 

Más tarde buscamos un hotel y nos reunimos con amigos de Toluca que viven algo cerca de Ensenada y después de platicar nos fuimos a descansar al hotel.

 

Día nueve.

Viernes 1 de agosto 9:30am

 

Nos levantamos e iniciamos el Retorno a Toluca. Nos esperaban 38 horas de carretera las que también en relevos manejamos. Pasamos por Tijuana, Tecate, Mexicali, San Luis Río Colorado, Sonoyta, Caborca, Santa Ana; cuando el día se acabó estábamos en Hermosillo, Sonora.

 

Día diez.

Viernes 2  00:00am

Continuamos sin parar por Guaymas, Ciudad Obregón, Novajoa, Los Mochis, Culiacán, Mazatlán (lugar donde desayunamos y continuamos), Tepic y Guadalajara.

 

Día once.

Sábado 3   02:00am

Finalmente todo terminaba. En este día llegamos a Atlacomulco y finalmente el frío que tanto adoro y extrañé de mi Toluca que no cambio por nada.

 

Pasaron varios días en que asimilara lo hecho y en el momento que escribo estas líneas creo que aun no lo he logrado Pero no hay tiempo para estar pensando de más, las actividades de la vida cotidiana y común y claro nuevos proyectos deportivos me impiden pensar en esta mágica aventura que formó parte del sueño más importante de mi vida deportiva.

 

“Cuando mayor es el obstáculo, mayor la gloria de haberlo superado”

 

Víktor Hugo Díaz Romero

 

 

Archivos de Waypoints y Tracks

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TRACK                                    WAYPOINTS

 

Mapas

Debido a la extensión de la ruta, la dividimos en 4 mapas. Los puntos en amarillo representan la ruta realmente recorrida yaquellos en azul representan el trayecto originalmente planeado.

Galería de fotos

 

Estadísticas

 

KMS Y TIEMPOS RECORRIDOS POR CADA INTEGRANTE POR DIA
 
DIA
PATY
JORGE
VIKTOR
ROBERTO
ARMANDO
STAFF
TOTAL KMS
 
KMS
TIEMPO
KMS
TIEMPO
KMS
TIEMPO
KMS
TIEMPO
KMS
TIEMPO
 
1
127
8:14
154
12:32
110
7:48
119
8:58
--
--
197
2
127
8:26
125
9:53
137
12:09
133
9:46
--
--
284
3
53
3:29
102
5:32
77
4:44
57
5:47
--
--
289
4
28
3:30
48
3:39
23
1:45
66
5:19
33
1:30
198
5
72
3:59
83
5:23
82
4:51
105
6:57
--
 
342
6
74
3:00
84
4:10
96
3:36
107
4:44
--
--
256
TO
481
30:38
596
41:09
525
35:53
587
41:31
33
1:30
1566
 
HORAS DE DESCANSO
 
DIA
HORAS DE DESCANSO
OBSERVACIONES
1
0
NO DORMIMOS NI PARAMOS
 
2
4
CAMPAMENTO EN CADEJE A ORILLAS DEL PUEBLO. KM. 481
3
3
CAMPAMENTO EN EL ARCO.DESTACAMENTO MOLITAR. KM. 791
4
4
HOTEL EN BAHIA DE LOS ANGELES. KM. 968
 
5
2
CAMPAMENTO EN CD. SAN FELIPE.ORILLA CARRETERA.KM.1310
6
8
Hotel en Ensenada
 
 
NUMERO DE KMS RECORRIDOS POR TIPO DE TERRENO
                    
DIA
KMS POR PAVIMENTO
KMS POR TERRACERIA
KMS. TOTALES
1
91
106
197
2
132
152
284
3
109
180
289
4
--
198
198
5
128
214
342
6
256
--
256
TOTALES
716(45%)
850(55%)
 
        
        KMS RECORRIDOS DE ACUERDO AL NUMERO DE INTEGRANTES 
PEDALEANDO ALMISMO TIEMPO
 
DIA
PEDALEANDO 1
PEDALEANDO 2
PEDALEANDO 4
TOTAL
1
--
139
58
197
2
46
238
--
284
3
289
--
--
289
4
198
--
--
198
5
342
--
--
342
6
221
--
35
256
TOTAL
1096 KM(70%)
377 KM(24%)
93KM(6%)
1566 KM(100%)
                                                        

 

 

 

Datos informativos según GPS

 

Distancia de recorrido (La Paz - Ensenada)      1482.3 km

 

(En una parte dejo de recibir señal satelital, creemos que esa es la diferencia en el kilometraje)

 

Distancia en línea recta de Toluca a La Paz       1222.3 km

 

Distancia en línea recta de Toluca a Mazatlán      820.6 km

 

Altura Máxima alcanzada

 

Poblado MSNM

El llano

340.2

Carretera (pasando conejo)

244.9

Antes de San Juanico C20

272.1

San Zacarías-San Jerónimo

217.7

Pasando C30 antes de San Rafael

734.8

Pasando C32 antes de San Rafael

489.8

San Rafael las Flores

326.6

Pasando Bahía Ángeles

381.0

Pasando C33 antes de carretera

503.4

Valle Santa Ana-Las arrastras (carretera)

775.6

Antes de Lázaro Cárdenas

1006.9

Pasando Lázaro Cárdenas

1115.8

Lázaro Cárdenas-Ensenada (carretera)

1264.1

 

 

Costos

 

CONCEPTO

TOL

TOL-MAZ

MAZ

PAZ-ENS

ENSE

ENS-TOL

TOL

TOTAL

FERRY

 

5,500

 

 

 

 

 

 

5,500

MAPAS

 

1,300

 

 

 

 

 

 

1,300

CAMIONETA

AFINACION

TALACHA

TUERCAS LLANTA

SERVICIO Y ACEITE

AFI Y ACEITE CAJA

BRIO DE MUELLES

CAJITA NEGRA

ENCERADO

AMORTI  TRA

4,680

1,000

 

 

360

1,000

700

100

200

1,200

 

 

 

 

 

70

 

 

 

50

 

 

 

4,680

BIDON DE GASOLINA

400

 

 

 

 

 

 

400

CASETAS

 

 

776

 

 

 

1,502

 

2,278

GASOLINA

 

 

1,520

 

650

 

2,450

750

 

5,370

HOTEL

 

 

 

120

600

600

 

 

1,320

COMIDAS

DASAYUNO

CENA Y COMIDA

CENA (TACOS DE MACHACA)

COMIDA

CENA

CENA

DESAYUNO

CAFE

COMIDA (TACOS)

COMIDA (CASAMAR)

DESAYUNO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

273

 

62

120

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

162

 

445

226

602

230

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

130

 

1,100

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

340

 

3,797

VARIOS

AGUA

REFRESCOS

HIELO

 

 

 

3,537

 

 

 

3,537

OTROS

NOTAS NO PEDIDAS

PROPINAS

 

 

 

318

 

 

 

318

 

TOTAL $

 

 

 

 

 

 

 

23,000

5,500

28,500

 

DESAYUNO/COMIDA/CENA

LUGAR

$

DASAYUNO

MAZATLAN

169

CENA Y COMIDA

FERRY

120

CENA (TACOS DE MACHACA)

KM   100

162

COMIDA

LA PRESA

445

CENA

SAN FELIPE

226

CENA

BAHIA DE LOS ANGELES

602

DESAYUNO

BIRRIA

230

CAFÉ

ENSENADA

130

COMIDA (TACOS)

MEXICALI

340

COMIDA (CASAMAR)

ENSENADA

1,100

DESAYUNO

MAZATLAN

273

 

TOTAL $

3,797