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    Descripción   
    
    Por el lado 
    izquierdo tenemos un acueducto de unos 3 metros de ancho. Por el lado 
    derecho, la ladera de la montaña. Al centro, la vereda a la que las llantas 
    de la bici se aferran manteniendo la trayectoria y el balance. Aunque el 
    terreno es nivelado con una clara tendencia a descender, el vaivén del 
    sendero a causa de los recodos, hace que pongas toda tu concentración en el 
    manejo y el equilibrio. En ocasiones, el acueducto es tragado por la montaña 
    a través de túneles que hacen un misterio el saber por donde volverá a 
    emerger. En estas secciones, la montaña te recibe con más retos para tu 
    destreza. Finalmente, el acueducto resurge de las entrañas de la tierra, 
    convirtiéndose nuevamente en tu guía a través de la montaña, internándose en 
    bosques, pasando por comunidades aisladas hasta llegar a la represa donde su 
    caudal es contenido para darle diferentes usos. Llevamos 40 km de recorrido 
    y aún nos hace falta el regreso. 
    
     Esta exploración 
    inició temprano en la mañana desde Chiluca  con rumbo hacia esta mística 
    ruta, los Acueductos,  que se ha dado a conocer recientemente en esta zona y 
    que representa muchos retos de distinta índole,  para quién quiera 
    conocerla. Para llegar a ella, iniciamos recorriendo los senderos de las 
    rutas conocidas como  La Mina que te lleva, después de un descenso técnico y 
    una subida que requiere llevar la bici en hombros, a poblado de Los Gallos, 
    más conocida por los ciclistas de la zona como La Plataforma.  De aquí, se 
    toma una sección de terracería para entrar a uno de los descensos más 
    retadores conocido como “El Zigzag”. Una bajada  en medio del bosque, que 
    como su nombre lo indica, serpentea entre árboles y laderas de la montaña 
    para descender al valle donde se encuentra la Cañada de Onofre punto de 
    origen de la famosa Platicadora. Dos kilómetros de  terracería en ascenso 
    para los cuales es mejor entrar en un ritmo de pedaleo cómodo pero constante 
    e ir junto a uno de tus compañeros para que comentes cualquier cosa 
    irrelevante que haga más llevadero el largo ascenso. De ahí su  nombre. 
    
    Después de hacer 
    cumbre, la misma terracería te llevará hacia la carretera, que tendrás que 
    tomar por unos 150 o 200 metros para incorporarte al sendero que habrá de 
    llevarte al inicio de los acueductos. Al reentrar en el bosque, lo primero 
    que salta a la vista son las caprichosas formaciones del terreno producto de 
    la erosión de agua y viento. Una vez más es necesario ascender con la bici 
    en hombros por una estrecha vereda que, rodeando las erosiones, te lleva a 
    la parte superior de ellas, revelando un paisaje sin igual. La vereda te 
    lleva hacia el borde del poblado de Tlazala de Fabela, donde cruzamos de 
    frente la carretera para encontrarnos con una escalera que lleva al inicio 
    del primer acueducto en la base de la cañada. Solo algunos se atreven a 
    descenderlas sobre la bici. Ya en el fondo, tomamos el sendero que, como 
    aferrándose al cauce del agua, te guía.  Es evidente el daño causado por las 
    lluvias ya que en un par de secciones los deslaves han bloqueado el curso. 
    Descendemos hacia la Tienda Roja, donde tomamos un merecido descanso, 
    después de 18 Km de altas y bajas. 
    
    El segundo 
    acueducto inicia solo unos cientos de metros después del punto de descanso y 
    un breve ascenso. Está en mejores condiciones que el primero y su caudal es 
    más intenso. El recorrido en esta sección de la ruta es tal y como lo 
    describimos al principio de este artículo.  
    
    Al llegar a la 
    represa, descendemos rumbo a la termoeléctrica y el Ejido Los Jarros que 
    marca el punto de retorno. Entramos en una cañada que nos llevaría, después 
    de un largo y lodoso ascenso, al lugar conocido como El Triángulo de las 
    Bermudas,  cruce de cuatro veredas en donde alguna vez unos ciclistas 
    desaparecieron de un grupo para ser reencontrados varios kilómetros después.
     
    
    El cansancio es 
    evidente y decidimos tomar una ruta, que si bien más extensa en distancia, 
    requeriría de un menor esfuerzo. Tomamos la carretera  hacia Santa Ana 
    Jilotzingo y de ahí a Espíritu Santo donde tomamos un descanso, para 
    concluir en el punto de inicio. 
    
      
    
      
      
    Clasificación: 334 
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